La constancia tiene su premio y también, a veces, la justicia deportiva devuelve aquello que en su día fue arrebatado en parecidas circunstancias. El Dios del atletismo le debía una a Beitia, después de perder la medalla de bronce en las Olimpiadas de Londres en el último intento. Precisamente la nueva campeona del mundo, la rusa Shkolina la desplazaba a última hora del pódium olímpico, dejándola con la agridulce medalla de chocolate.
Hoy, sin embargo, Beitia consiguió un bronce inesperado que compartirá con Chicherova, la atleta destinada, a priori, a ser campeona del mundo. Sin lugar a dudas este bronce es el colofón de oro a una carrera deportiva inmaculada en la que ya había sido campeona de Europa indoor y al aire libre y también plata y bronce en campeonatos del mundo indoor.
El verano pasado, quizás decepcionada con su actuación en los Juegos Olímpicos, Beitia decidió retirarse. Pocas semanas después cambió de opinión y comenzó a preparar estos mundiales de Moscú que la han encumbrado como la mejor atleta española de todos los tiempos con permiso de Marta Domínguez. A diferencia de la palentina, Beitia nunca se ha estado envuelta en un caso de dopaje tan vergonzoso para el currículum de una atleta. Su trayectoria habla de trabajo callado y humildad, dos valores que escasean bastante en nuestro deporte.
Con esto, España cerrará los Mundiales de Moscú con dos medallas de bronce, escaso bagaje para un país con el potencial atlético de España. Las causas de todo esto son las ya apuntadas: escasez de dinero en becas, inmovilismo de la Federación española de Atletismo, falta de un proyecto deportivo a largo plazo y, sobre todo, apoyo decidido de los medios de comunicación y de las empresas patrocinadoras para potenciar nuestro atletismo.
Por lo demás, la jornada atlética nos deja interesantes resultados: la victoria en la prueba del marathón de Kiprotich que ratifica su dominio después del oro de Londres, la de Usain Bolt en 200 metros, la de Defar en 5000 metros femeninos y las victorias de Rollins en 100 metros vallas y Vasely en jabalina.
Todos son nombres ya consagrados del atletismo mundial especialmente el de Kiprotich, Bolt y Defar que han ratificado sus títulos olímpicos de Londres y viajan por una senda de triunfos que les pueden encumbrar como los mejores atletas de todos los tiempos en su especialidad.
En suma, queda una jornada y escasas esperanzas de obtener más medallas. Disfrutemos al menos de las dos conseguidas. Menos da una piedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario