jueves, 9 de marzo de 2017

El mejor partido de la historia del Barça


Anoche todos los culés vivimos el mejor partido de la historia del club. No creo que nadie dude esto. Hay partidos que han dado títulos de Copa de Europa, Copa del Rey o el propio título de la Liga española. Ha habido partidos con jugadas inolvidables, goles increíbles, actuaciones individuales para recordar pero nunca habíamos vivido nada parecido, ni siquiera el Iniestazo contra el Chelsea en Stamford Bridge.
La mala suerte había pasado por el Barça en otro inolvidable partido, aquella final de Copa de Europa en 1961 frente al Benfica de Eusebio. En aquella final el Barça remató varias veces al poste y al larguero de la portería. Kubala y compañía se quedarían sin su ansiado título de campeones de Europa, a pesar de haber merecido ganar el partido de calle. El otro partido inolvidable para los culés fue la final de Sevilla frente al Steaua de Bucarest. En 1986, aquel equipo de Venables en el banquillo y Schuster en el campo falló todos los penaltis, dejando con la miel en los labios a todos los culés que creíamos que allí llegaría nuestro primer entorchado internacional.
Así es la vida. Hay días para olvidar y otros elegidos por el dedo de la gloria y anoche fue uno de estos últimos. Nadie, salvo unos pocos locos, se creía que el Barça remontaría un 4-0. No lo había hecho nadie en la historia del fútbol europeo y era previsible que el sueño culé de la sexta Copa de Europa se esfumaría en octavos de final. Pero no, había una cita con la épica, con la historia, con la gloria, había una cita con la noche más mágica de la historia del FC.Barcelona. 
No se puede disfrutar más de un partido de fútbol, no se puede generar más felicidad colectiva entre un grupo de aficionados de un club para los que no había otra bandera que la blaugrana. Nos olvidamos de otras de tinte político, de la instrumentalización partidaria del club para otros fines que los estrictamente futbolísticos y todas esas monsergas que enarbolan cuatro impresentables.
Anoche se vivió una histeria colectiva, labrada minuto a minuto, como una gran obra de arte a la que había que poner un título con letras de oro, de la mano de Sergi Roberto, la eterna promesa de la Masia, el símbolo de una cantera que no deja de generar talento. Él puso la guinda al pastel, pero todos colaboraron para tejer el milagro, desde Luis Enrique con una alineación atrevida, hasta Messi, pasando por Neymar que, por cierto, ya nadie le cuestiona como el sucesor de Leo como mejor jugador del mundo cuando éste y Ronaldo se jubilen.
Se puede decir miles de palabras más, llenar capítulos de libros, hacer mil programas de radio y televisión pero todo se resume en una: gracias por el momento, por ese carpe diem fugaz pero inolvidable, por hacernos vivir como un sueño y por olvidarnos, por un momento, de todo, salvo de pertenecer emocionalmente al mejor equipo del mundo.¡¡¡ Visça el Barça!!!


martes, 24 de mayo de 2016

Un doblete para la Historia

El Camp Nou celebró la Fiesta del doblete
No todos los días se gana un doblete y menos si se hace de forma consecutiva que lo ha hecho el Barça. Está claro que el éxito rotundo de la temporada está supeditado a lo que haga el Real Madrid en la final de la Copa de Europa. Sigo pensando que la historia en mayúsculas se labra en Europa. Es allí donde se fabrican los mitos, las leyendas, donde verdaderamente se construyen los equipos grandes. A esa fiesta el Barça no está invitado y la mayoría de los culés desearían una victoria del Atlético de Madrid, justamente para no empañar el intenso y exitoso fin de temporada blaugrana.
Personalmente valoro mucho más este doblete que otros porque se ha conseguido frente al campeón y subcampeón de Europa, lo que da mas relevancia a lo conseguido. Muchos jugadores se la jugaban, Luis Enrique se la jugaba y el conjunto del proyecto deportivo hubiese estado en entredicho de no haber ganado Liga y Copa del Rey. 
Entre el fango, la penumbra, en momentos de duda y tempestad volvieron a salir los verdaderos valores de este equipo. Por mucho que quieran enlucir y tergiversar el debate futbolístico con el discurso de las banderas, un debate que no existe para la mayoría de los culés que respetamos y queremos la bandera española como propia y no como una imposición històrica, por mucho que lo quieran hacer, los valores más auténticos del Barça renacieron a finales de temporada. 
En este sentido Andrés Iniesta tiró de galones y se marcó una final de Copa del Rey para enmarcar, una nueva lección de fútbol construida a partir de la humildad de su discurso. Le acompañaron Piqué, Jordi Alba y Messi, con la clarividencia de su fútbol y, por supuesto, Busquets, un jugador que se agiganta a cada partido sin levantar la voz.
Con todos estos ingredientes el Barça consiguió enderezar una temporada que se la había torcido con su eliminación en la Copa de Europa frente a un grandísimo Atlético de Madrid. Como digo no es fácil hacer un doblete, ganando en la final de Copa al Sevilla, un equipo que me gusta especialmente porque se le nota la mano de Unay Emery, un entrenador llamado a consolidarse en la élite.
Ahora sólo queda disfrutar de la final madrileña, desear, por justicia histórica, un triunfo colchonero y esperar que en la Eurocopa el fútbol español brille con el mismo esplendor que lo hacen sus clubes. Sería la guinda de oro a una temporada intensa, muy intensa de buen fútbol.

sábado, 14 de mayo de 2016

La Liga de Luis Suárez

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Yo viví en una época en la que el Barça ganó una Liga en veinte años. En mi memoria de niño solo recuerdo celebrar la Liga de Terry Venables, en la temporada 1984-85. El resto, hasta 1991, la primera Liga de Cruyff es un rosario de fracasos y excusas que no servían para justificar los subcampeonatos. En España triunfaba la Quinta del Buitre y en Europa el Milán de Sacchi. Esa era la realidad. El Barça era un equipo que peleaba por los títulos pero siempre le faltaba algo para conquistarlos.
Ahora hemos ganado 8 en apenas 11 años. El dato es demoledor, a lo que se acompañaba otros cuatro títulos de campeón de Europa y tres títulos de campeones del mundo de clubes. Todo eso en apenas una década. Ante esto, ante esta pérdida de perspectiva histórica, solamente queda celebrar por todo lo alto el vigésimo cuarto campeonato de Liga, teniendo en cuenta que lo hemos ganado ante los que serán los campeones y subcampeones de Europa de esta temporada. 
Soy el primero en defender que el título de campeón de Europa tiene un valor superior al de campeón de Liga. La leyenda de los equipos se forja en Europa, como la de un ciclista en el Tour de Francia o la de un tenista en Wimbledon. Es evidente, pero no subestimemos este campeonato, porque personalmente me ha dejado mayor satisfacción que los últimos cuatro juntos. 
Está claro que la temporada no será espectacular, teniendo en cuenta que el Real Madrid podrá ser campeón de Europa, pero no está nada mal ganar un título de Liga en el que se ha confirmado como gran estrella en el firmamento blaugrana de Luis Suárez, un goleador a la vieja usanza que ha firmado nada menos que 40 goles.
Suárez ha justificado su fichaje, ha demostrado calidad futbolística y un compromiso personal con el equipo que le ha faltado a otras grandes estrellas en el momento clave. Es un jugador descomunal que dará muchas más tardes de gloria pero que, por el momento, ha superado en rendimiento a Messi y Neymar, dos de los tres mejores jugadores del mundo en la última década.
Ha sido una temporada muy dura, sobre todo si se tiene en cuenta al Atletico de Madrid de Colo Simeone, uno de los equipos más compactos de la historia del fútbol español y la calidad indudable de los jugadores del Real Madrid, sobre todo de Cristiano Ronaldo, un futbolista total que sigue en la brecha, diez años después de su eclosión en el Manchester United.
Me hubiese gustado ver al Barça campeón de Europa pero hacer doblete en Liga y Copa no estará nada mal, si es que el Sevilla lo permite. Ahora vemos el doblete como algo normal pero antes, hace apenas 20 veinte años, sencillamente era un sueño, porque muchas temporadas se salvaban ganando al Real Madrid en el derby. Es así. Para saber quien eres, debes tener claro de donde vienes y donde estás y esta temporada no la cambio por ninguna de la década de los sesenta, setenta y ochenta, así que visça el Barça y a esperar la final de la Copa del Rey, donde seguro que brindaremos por un nuevo título culé.

viernes, 25 de marzo de 2016

Johan Cruyff, DEP

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Como culé pienso que ha habido tres personas especialmente importantes en la historia del FC Barcelona: Ladislao Kubala, Johan Cruyff y Leo Messi. Los tres marcan las tres etapas más importantes del club. 
Kubala fue la cabeza visible del Barça de los años cincuenta, en el que se ganaron todos los títulos posibles a excepción de la Copa de Europa, que nació en 1955. Leo Messi es el presente y el futuro del club, un presente lleno de éxitos donde no se vislumbran los límites como equipo. En apenas una década el Barça ha ganado 5 copas de Europa, tres mundialitos de clubes y 8 Ligas españolas. Sobran los comentarios.
Cruyff, por su parte, es el personaje más importante del club. No hablamos solamente como jugador, que fue muy brillante a mediados de los años setenta, sino además hablamos como entrenador, donde su filosofía sigue siendo la seña de identidad del club, tanto del primer equipo como del resto de categorías.
Desde niño recuerdo que, en quince años, solo pude disfrutar de un Copa del Rey que ganó el Barça al Real Madrid con un cabezazo histórico de Marcos, la Liga de Terry Venables y la decepción de la final de la Copa de Europa de Sevilla, El resto fue un período negro donde el Real Madrid de la Quinta del Buitre, a nivel español y el Milán de Sacchi a nivel europeo marcaron el paso. Todo eso hasta que llegó Cruyff como entrenador al club. Se ganó en la primera temporada la Recopa de Europa, en la segunda la Copa del Rey, después cuatro Ligas seguidas y la primera Copa de Europa, con el inolvidable gol en la prórroga de Koeman en Wembley. 
Fue un punto de inflexión que explica el éxito actual del Barça. Se marcó un patrón de juego que heredaron Rijkaard, Guardiola y Luis Enrique, los tres técnicos que han dado Ligas y copas de Europa al club en la última década.
Debo confesar que soy devoto del fútbol total, de una forma de entender el juego donde la circulación de balón es el horizonte para defender y atacar de la manera más eficaz posible. No solo es agradable a la vista sino que es lo más inteligente para gestionar el juego. Mientras tienes el balón al contrario le anulas su capacidad de atacarte y le condicionas su juego. Por el contrario tu gestionas la capacidad física de tu equipo y vas madurando la posibilidad de ataque en tus puntos más fuertes. Así de sencillo y así de difícil es el juego del Barça. 
El Barça tiene los mejores jugadores pero los tiene porque ha trabajado la cantera con la filosofía de Cruyff y también porque muchos quieren venir a jugar al Barça porque disfrutan de su juego. Es el argumento principal para que hayan venido Ronaldinho, Ronaldo, Rivaldo, Neymar o Luis Suárez.
Todo ello se lo debemos a Cruyff, a su labor como jugador y como técnico y yo firmaría para que el nuevo estadio se llamara Johan Cruyff. Sería un justo y emotivo homenaje al que ha sido un hombre que ha aglutinado a todas las corrientes del barcelonismo, un hombre que ha diseñado el ADN del actual Barça, ese equipo que es el orgullo de la historia culé y que ha fabricado jugadores que han sido, asimismo, protagonistas principales de los éxitos de la Roja, ¿Qué se puede decir más?.
Johan Cryff, descanse en paz y gracias por todo.

lunes, 21 de diciembre de 2015

FC Barcelona, tricampeón del mundo y mejor club del siglo XXI


Para un culé que vivió durante su infancia con un equipo que salvaba la temporada ganando el derby con el Real Madrid o ganando la Copa del Rey, ver como se proclama por tercera vez en una década campeón del mundo de clubes y por quinta vez campeón de Europa es algo increíble. Se agotan los calificativos para definir a un equipo de fútbol construido para ganar practicando un fútbol de alta calidad.
Ayer despachó sin problema a River Plate, uno de los dos o tres clubes más prestigiosos de América. Lo hizo con solvencia, practicando el buen fútbol habitual de las grandes citas. Llegó, vio y venció sin más paliativos. 
Ahora ha surgido el debate sobre si este equipo es mejor que el Cruyff o el de Guardiola. Personalmente me gusta más la idea futbolística de Guardiola, su gestión del balón, su concepto defensivo, su planteamiento ofensivo pero me gustan más los jugadores del equipo de Luis Enrique. 
La historia del fútbol mundial no tiene precedentes en un tridente formado por Messi, Neymar y Luis Suárez. Se puede tirar muchos años para encontrar un Puskas, Kopa y DiStéfano pero creo que a nivel de clubes no hay nada comparable.
Disfrutamos de un fútbol elegante, con grandes jugadores y con un entrenador que ha sabido dejar fluir las calidades individuales gestionando los egos del vestuario. Honestamente pienso que Luis Enrique es un entrenador minusvalorado, quizás por su aversión a los medios de comunicación. 
Yo defendí su contratación porque conocía como nadie al club y porque la masa social culé le tenía como uno de sus emblemas más reconocidos. Ahora el tiempo da la razón en apostar por un entrenador de la casa por encima de otros que arrastran un buen nombre pero que no sienten los colores como lo hace Luis Enrique.
La temporada larga, está claro. Hay que recordar que el Real Madrid, el año pasado hizo lo mismo. Batió el récord mundial de partidos ganados y se proclamó campeón del Mundial de Clubes. Después cayó en picado hasta perder la Liga y la Champions. Es un buen referente para saber que hay que trabajar todavía mucho para intentar acabar la temporada con más títulos.
De momento lleva cinco en la mochila. Solamente cedió el título de Supercopa ante el Athletic de Bilbao a inicios de temporada. Eso habla del poderío de un equipo que, recuerdo, se le ha impedido fichar durante una temporada por la sanción de la FIFA.
En ese contexto ha crecido este equipo de fútbol que tiene a Iniesta como gran capitán. La memoria es frágil y ya pocos se acuerdan de Pujol, Xavi, Víctor Valdés y tantos otros que contribuyeron a que esta leyenda naciera. En la memoria colectiva de todo culé están estos nombres junto con otros que han convertido al Barça en el mejor club del siglo XXI.
Enorgullece haber ganado estos títulos en una Liga donde juega el Atlético de Madrid, un equipo como la copa de un pino dirigido por un excepcional entrenador y también el Real Madrid que, con su presión y su nivel competitivo, ha servido como catapulta para mejorar cada día.
Disfrutemos de esto porque, como decía, yo viví casi veinte años ganando una Liga y un par de Copas del Rey. ¡¡¡Visça el Barça!!!

lunes, 30 de noviembre de 2015

Adiós a la temporada más aburrida de la Fórmula 1

Alonso: Hace falta más sentido común en la F1
Punto y final a la temporada más sosa, más aburrida, más mediocre de la historia reciente de la Fórmula 1. Todos menos el equipo Mercedes y Hamilton, que es campeón del mundo por tercera vez no pueden calificar esta temporada más que como un monólogo de poles, vueltas rápidas y grandes premios para la firma alemana. Eso sí, con la excepción de Ferrari, que al menos ha vuelto a ganar grandes premios una temporada después de que Fernando Alonso abandonara la escudería en teoría para ir al nuevo proyecto ganador de McLaren.
Para España la temporada fue sencillamente lamentable con un Alonso desconocido, desorientado, desmotivado y un Carlos Sainz que ha salvado la cara, aunque por debajo de su compañero de equipo. Ante este panorama las esperanzas para la próxima temporada son escasas. Todos sabemos que reducir más de un segundo en el invierno es casi imposible, salvo que medie un milagro en el motor Honda, algo altamente improbable. 
Estos días se especula con que Fernando se tome un año sabático. Pienso que Alonso probará el coche en febrero y si ve que la evolución ha sido mediocre decidirá parar un año o quizás para siempre. Es raro que alguien que se retire vuelva en la cumbre, Tan solo recuerdo el caso de Alain Prost. Se fue cansado de Ferrari y volvió para ser campeón con Williams. Tendría que hilar muy fino para volver en 2017 con garantías de éxito.
Sigo pensando que Alonso podía haber sido el mejor piloto de la historia de la Fórmula 1 pero sus malas elecciones, muy condicionadas por suculentos contratos, han sepultado su presente y su futuro. En su día le ofrecieron liderar el proyecto de Red Bull, circunstancia que descartó por Ferrari, algo muy entendible pero que resultó negativo para su carrera. Mientras Vettel se proclamaba cuatro veces campeón del mundo, él lo sufría desesperado en el garaje de Ferrari. Después le ofrecieron entrar en Mercedes pero continuó en Ferrari, escudería que abandonó por McLaren, justamente en el momento que iniciaba su recuperación.
Así es la vida y así la hemos sufrido todos los aficionados a la Fórmula 1. Pasaron a mejor vida los fines de semana, las tardes de domingo pegado al televisor vibrando con un deporte tan espectacular. En los últimos tiempos muchos preferían la siesta. Total, cuando despertabas de ella seguía delante Hamilton y a unos segundos de distancia Rosberg, salvo honrosas excepciones.
Para el bien de Alonso y de toda la afición del automovilismo mundial esperemos que este invierno obre el milagro y pueda salir un coche competitivo del garaje de McLaren. En caso contrario dimitiremos de ver un soso y anonido espectáculo que venden como el mejor del mundo del motor.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Marta Domínguez: su vergonzoso dopaje.


He admirado a muy pocas atletas como a Marta Domínguez. Me parecía una mujer honesta, trabajadora, profesional, todo un ejemplo a seguir. Me emocionaba su forma de correr. Seguí su trayectoria por cada campeonato en el que deseaba que fuera medalla de oro. Me alegré muchísimo por su oro en los Mundiales de 2009 y me entristeció mucho su caída en la valla en los Juegos Olímpicos de Pekín. La admiraba mucho, muchísimo pero ahora siento absoluta vergüenza de haberla tenido entre una de mis atletas favoritas.
La decisión del TAS de suspenderla 3 años por dopaje y desposeerla de las dos medallas más importantes de su palmarés confirma lo que ya he escrito en alguna otra ocasión: es un insulto al atletismo español, una mujer que para más inri era la vicepresidenta de la Federación Española de Atletismo, con el amparo de José María Odriozola, un hombre que debería haber dimitido ya a estas alturas de la noche.
Marta Domínguez ha hecho muchísimo daño a nuestro deporte. Se dopó como otras tantas atletas que quisieron conseguir por medios ilegales lo que no se atreverían a soñar por medios legales pero lo más grave es que utilizó a las instituciones deportivas españolas para salvar la cara. Se parapetó en su condición de senadora del Partido Popular para alegar que sufría una campaña de desprestigio político y, desde ese puesto, presionó a la Federación Española y al Consejo Superior de Deportes para que dieran la cara por ella. 
Ayer mismo dimitió como miembro de la lista del PP al Congreso de los Diputados por Madrid, se supone que para no manchar la imagen de su partido. Ver para creer de una persona que había sido una activista en la lucha contra el dopaje.
Se libró de la Operación Puerto, cuando estaba claro que se dopaba hasta las cejas. En España la justicia funciona así pero en el TAS sus maniobras no han servido de nada. Ahora es una apestada en todos los ámbitos del deporte español. La contestación de sus antiguos compañeros en las redes sociales han sido clarificantes: desprecian su actitud y condenan su práctica. Eran compañeros suyos, que la admiraban tanto como yo.
Me da muchísima pena su situación porque lo peor de los delitos es que no sean reconocidos por aquellos que los cometen. Seguro que sigue pensando que todo ha sido una campaña de desprestigio contra su persona. Así es la vida pero para mi y para muchos amantes del atletismo ha sido un día muy triste, demasiado triste como para celebrar que, al menos, se ha descubierto a un tramposo más.