martes, 22 de septiembre de 2015

Javier Gómez Noya, mejor triatleta de la historia


Este fin de semana ha sido glorioso para el deporte español. La ÑBA nos colocaba en el primer plano del baloncesto mundial, acaparaba todos los titulares en periódicos y se nos agotaban los elogios para definir su tricampeonato de Europa. Había poco tiempo para hablar de mas cosas que no fuera el baloncesto pero, mientras todo eso sucedía, un español de nombre Javier Gómez Noya se convertía en el mejor triatleta de la historia y eso son palabras mayores. 
Es el primer triatleta que acapara en su palmarés cinco campeonatos mundiales y tres europeos, además de la plata olímpica de Londres 2012. Es español, no sale en la portada de los periódicos pero es grande, muy grande, tanto que se coloca a la altura, bajo mi punto de vista, de nombres tan relevantes para nuestro deporte como Miguel Induráin o Rafa Nadal.
No es fácil ganar cinco mundiales en un deporte tan sacrificado, con tan pocos recursos económicos y logísticos como los que ha tenido Gómez Noya en los últimos años. Se ha labrado un palmarés a golpe de entrenamiento, con miles de horas de esfuerzo callado, con infinitas sesiones de trabajo alejado de los focos de los medios de comunicación.
Es un ejemplo de profesionalidad, de humildad en el trabajo, que ha luchado por su sueño de ser el mejor triatleta del mundo a pesar de haber tenido que superar mil adversidades. Ahora sueña con ser campeón olímpico en Río de Janeiro. Sería el premio y la guinda final a una carrera deportiva envidiable. Será el gran favorito, sin duda, y esperemos que no falle. El Comité Olímpico Español lo considera un valor seguro de nuestra delegación para llevarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
Yo admiro a gente como él, es de esos tipos que luchan por lo que creen y que siguen intentándolo a pesar de los miles de obstáculos en forma de lesiones o la escasez de recursos con respecto a sus mas directos competidores. Además Gómez Noya ha protagonizado una de las historias más bonitas de nuestro deporte. En su día, el Consejo Superior de Deportes le quitó su licencia deportiva, cuando detectaron una anomalía cardiaca que le podía provocar la muerte en el caso de practicar el deporte al más alto nivel. El luchó durante tres años para demostrar al CSD que el diagnóstico era erróneo, que podía competir sin ningún problema. Finalmente le dieron la razón y España ganó a un triatleta que le ha dado tres europeos, cinco mundiales y una medalla de plata olímpica. Muchos se hubieran hundido pero el luchó día a día para que la vida le diera una nueva oportunidad de ser el mejor del mundo. 
Me gustaría muchísimo que fuera campeón olímpico. Fue 4º en Pekín, 2º en Londres y le toca ser 1º en Río. Su ejemplo como triatleta y como persona lo merece. ¡Enhorabuena Javier!

lunes, 21 de septiembre de 2015

La ÑBA emociona como nunca


Qué decir un día después de ser tricampeones de Europa. Por muchas palabras que se digan, por muchos elogios que se apunten, por mil argumentos que se aporten, no serán suficientes para describir el orgullo que se siente teniendo esta selección de baloncesto. Con Pau Gasol, el mejor jugador europeo de la última década con el permiso de Nowitzki, al mando del timón y con una eficaz gestión de los recursos de Sergio Scariolo, nos hemos proclamado por tercera vez campeones de Europa.
Ha sido un campeonato muy intenso, muy emocionante en el que ha ganado la selección que más creyó en sus posibilidad, a pesar de las derrotas ante Serbia e Italia. Creyó y venció las adversidades de no poder contar con Ibaka, Ricky Rubio, Marc Gasol, Juan Carlos Navarro, Calderón y Abrines, seis indiscutibles para la lista de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Eso habla mucho y bien del colectivo, de una serie de hombres que persiguieron el sueño de retomar el título de campeones de Europa en la casa de Francia, la selección más fuerte a priori del campeonato.
Hablaremos un millón de horas de Pau Gasol, Chacho Rodríguez, Llul, Felipe Reyes o Rudy Fernández, recordaremos su década dorada, con tres campeonatos de Europa, uno Mundial y dos platas olímpicas, pero no seremos capaces de dimensionar el logro deportivo de este fin de semana. No todos los días se puede ganar una final de una manera tan brillante, en defensa y ataque,y muy pocos días se puede ver hacer un campeonato tan completo a un jugador de leyenda, Pau Gasol.
Gasol es, bajo mi punto de vista, el jugador español más importante de la historia. Versátil, completo, con visión de juego y unas ganas que para sí la quisieran muchos jugadores jóvenes, Gasol se ha convertido, por derecho propio, en un mito de nuestro deporte.
Desde hace 15 años juega de una manera magistral. Le ha dado igual la ACB que la NBA, la Selección española, que el partido de las estrellas de la NBA. Su seña de identidad es siempre la misma: el compromiso, la profesionalidad. No hay peros en su juego, ni fisuras en su trayectoria deportiva. Ha ganado anillos de la NBA siendo MVP de las finales, por mucho que luego los premios individuales se los llevara Kobe Bryant. 
Estamos ante un jugador único e irrepetible que solamente podrá compararse, probablemente, con la trayectoria de su hermano Marc. Los elogios son infinitos, pero se los merece. Siempre en silencio, sin decir una palabra más alta que otra, ha demostrado elegancia, saber estar, dentro y fuera de la pista.
Reconozco haberme emocionado una vez más con la ÑBA. Ahora sueño con la medalla de oro en Río en una final contra los EEUU de Lebron, Harden, Curry o Durant. Por soñar que no quede, ¿Quién da más?.

martes, 15 de septiembre de 2015

Balance de una gran Vuelta Ciclista a España

Fabio Aru, feliz, en la Cibeles de Madrid.
Tengo especial cariño al ciclismo. Por mil circunstancias me gustan las gestas firmadas por grandes campeones, las grandes etapas de las grandes vueltas, las clásicas de primavera, el Mundial en ruta, el ciclismo en pista. Todo me huele a heroismo, grandeza, ganas de superación. Detesto el dopaje, la gran lacra de este maravilloso deporte pero, a pesar de ello, sigo enganchado al mundo de las bicicletas, quizás porque de pequeño soñé con ser ciclista y correr el Tour de Francia. 
Por todo ello agradezco haber disfrutado de esta gran edición de la Vuelta Ciclista a España que ha consagrado a un gran escalador, Fabio Aru, hasta hace nada gregario de lujo de Nibali, el otro gran ciclista italiano del momento. 
Froome, Nairo Quintana y Valverde, el último pódium del Tour de Francia se presentaron escasos de fuerza pero ilusionados por hacer algo grande en la Vuelta. Pagaron los grandes esfuerzos del Tour, como también lo hizo Purito Rodríguez, un corredor excelente, con bastante mala suerte en las grandes carreras por etapas. 
Independientemente de ello hubo emoción, lucha, competitividad hasta la última etapa, lo que demuestra que el recorrido de la Vuelta era el acertado para generar ilusión por ganar hasta el último día. Fueron etapas inolvidable en alta montaña y otras tantas que fueron configurando la que ha sido la mejor Vuelta de los últimos años. Eso sí, sin ganador español, ya que Alberto Contador, nuestor mejor ciclista dejó pasar de largo esta Vuelta para centrarse exclusivamente en la próximo temporada, la que él mismo confirma que será la de su retirada del ciclismo profesional.
Me hubiese gustado que ganara Purito, un corredor de leyenda al que la mala suerte le ha privado de un Mundial de Ciclismo y de un Giro de Italia cuando casi se cruzaba la línea de meta, pero no me ofende que haya ganado Fabio Aru, un corredor de raza que ya hizo segundo en el último Giro de Italia.
Aru es humilde, esforzado en la carretera, sin un mal gesto hacia el rival, con un sentido competitivo impresionante y con una gran condición física que le ha permitido estar bien las etapas de montaña y también en la crono individual.
La suma final es una victoria en la Vuelta a la vieja usanza que nos ha dejado a todos un gran sabor de boca y la promesa de seguir luchando por nuevos retos que pasan por ganar el Tour de Francia que ya tiene en su palmarés Nibali, su teórico jefe de filas.
Aru me recuerda mucho a Perico Delgado y eso son palabras mayores para el que siempre fue mi ciclista favorito. Al igual que Delgado es un gran escalador, tiene carisma y juventud para poder plantearse en el futuro ganar el Tour de Francia.
Ojalá la edición de 2016 sea tan buena como la de este año. Necesitamos de buen ciclismo para volver a enganchar a una afición que necesita de nuevas gestas, de nuevos ídolos deportivos, al menos tan competitivos como Fabio Aru, la nueva estrella del ciclismo italiano.