El FC Barcelona se ha proclamado campeón de la Supercopa de España frente a un dignísimo rival, el Atlético de Madrid. La eliminatoria ha sido muy igualada y se ha decantado por dos detalles: el gol de Neymar en el Vicente Calderón y las intervenciones en ambos partidos de Víctor Valdés, bajo mi punto de vista el mejor portero español de la actualidad.
Ha sido para el conjunto azulgrana un título que viene a culminar un convulso inicio de temporada, con cambio de entrenador incluido. El Tata Martino está consiguiendo, muy poco a poco, dar una nueva identidad al equipo, en un camino que pasa por integrar en el equipo titular a Neymar y distribuir adecuadamente los minutos entre Xavi, Cesc e Iniesta.
El Atlético de Madrid, por su parte, ha demostrado ser uno de los equipos más sólidos de Europa. Con un concepto defensivo ejemplar, sabe gestionar como ningún equipo los recursos que tiene en el campo. Estamos hablando de un equipo serio, muy ordenado, extraordinariamente equilibrado y con talento individual. Arda Turan, Villa, Koke, Adrián y así un largo etcétera son jugadores de primer nivel que pueden seguir dando alegrías a la afición atlética.
El trabajo de Simeone es espectacular. Ha dotado de personalidad a un equipo que pasaba serias dificultades de identidad desde la marcha de Quique Sánchez Flores. Su trabajo es evidente y sensible. El equipo está extraordinariamente trabajado en defensa y es intuitivo en ataque. Son dos señas de identidad que hablan de un entrenador que tiene el ADN del Atlético de Madrid metido en su sangre. Sin lugar a dudas al Atlético le esperan tardes de gloria y yo espero que sean, sobre todo, en la Liga de Campeones.
El Barça, por su parte, navega con rumbo firme hacia una nueva dimensión futbolística radicada en una mayor presión en todos los sectores del campo y en una adecuada distribución de los esfuerzos de todos los miembros de la plantilla. El equipo está rápido y refleja seguridad defensiva, sobre todo porque bajo sus palos se encuentra el mejor portero español del momento que no es otro que Víctor Valdés, un jugador que pide a gritos la titularidad de la Selección española toda vez que Iker Casillas parece que le queda una buena temporada en el banquillo.
La Supercopa es un título menor, es evidente, pero es un primer termómetro de la temporada. La pasada, el Real Madrid conquistó el título y luego desapareció en los primeros meses de competición y, sin embargo, el Barça batió en Liga su récord histórico. Con ello digo que no es determinante, pero si es un título que apetece ganar, que suma como el resto y que engalana el palmarés de los jugadores. por ejemplo Xavi, conseguía su 25º título de su carrera, en un suma y sigue del mejor jugador español por palmarés de toda la Historia.
La temporada pinta bien. Me alegro muchísimo por el Atlético de Madrid, un equipo que se merece estar entre los mejores de Europa, por afición y por cultura futbolística. Algún día me gustaría verlo como campeón de Europa. Se lo merece como nadie. De momento ha ofrecido a todos los aficionados del fútbol dos excelentes partidos en los que le faltó un poquito de suerte para seguir sumando un titulo más a su historial. Esperemos que muy pronto Neptuno vuelve a disfrutar de la visita de la afición rojiblanca y si es este año mucho mejor.
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