Eusebio Cáceres, el atleta con más futuro que tenemos, ha quedado cuarto en la final del salto de longitud de los Mundiales de Atletismo de Moscú. Sus 8,26 no han sido suficientes para conquistar una medalla que merecía por derecho propio. Yo esperaba que lo consiguiera y emulara al gran Yago Lamela, subcampeón mundial en los Mundiales de Sevilla. Lamela llegó a saltar 8,56, actual récord de España. Después de eso, entró en depresión y se retiró del atletismo, cosa que esperemos que no suceda con Cáceres.
Los concursos gozan de muy buena salud para el atletismo español. Cáceres en longitud, Cienfuegos en martillo y Borja Viñas en peso aseguran un buen futuro para próximas citas atléticas. A ello se une la regularidad de Casañas y Pestano en disco y el grandísimo momento de Ruth Beitia en altura, quizás nuestra mejor atleta del momento.
Ha sido una apasionante tarde de atletismo en la que hemos visto muchas buenas cosas: el doblete de Mo Farah, el de Fraser-Price, las victorias de Storl en peso y Lysenko en martillo femenino y la gran decepción de Allyson Félix, que se ha retirado lesionada de la final de 200 cuando quería conquista el récord de 9 títulos mundiales, algo que no tiene ninguna atleta a lo largo de la Historia.
Desgraciadamente hemos acumulado un puesto de finalista más. El Mundial empezó bien para España pero, salvo que Ruth Beitia haga algo grande en la final de salto de altura, cosecharemos uno de los resultados más pobres de nuestra historia mundialista.
Sinceramente creo que hay nuevos valores pero también pienso que un año después de los Juegos Olímpicos sería el momento de haber presentado unos mejores números en la alta competición. Terminará el Mundial el domingo y será hora de hacer balance. Lo malo es que el presidente de la Federación de Atletismo, José María Odriozola fue elegido hace unos meses para un cargo que nunca debería haber renovado. Son muchos años ya de fracasos continuados como para no haber tenido la honradez de irse pero así es la vida. El atletismo español merece una profunda renovación que Odriozola no puede o no sabe hacer para desgracia de todos los que amamos el atletismo en España.
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