Hubo un tiempo, no demasiado lejano, que el F.C Barcelona le tenía tomada la medida al Real Madrid. Le ganaba todos los partidos y, además, iba ensanchando su palmarés a costa de un Real Madrid que no tenía un equipo competitivo desde la marcha de Sabonis. Curiosamente el año pasado el Barça volvía por sus fueros ganando una Liga, después de una serie final impresionante contra el Real Madrid.
El conjunto blanco ya por aquella época tenía como entrenador a Pablo Laso, un base histórico del TAU Vitoria que también jugó sus mejores años, a final de su carrera deportiva, en el Real Madrid. El cambio de hegemonia en el basket se adivinaba después de la conquista de la Copa del Rey de la pasada temporada en la propia cancha del Barça, con el conjunto azulgrana como rival.
Este año, el Barça se reforzó con jugadores jóvenes y prometedores: Abrines, Todorovic, Jawai y la respesca del legendario Jakisevicius. Eran pocos argumentos para olvidar a Ricky Rubio y otros jugadores que causaron baja. A ello se suma la retirada temporal del basket de Pete Mickael y la no inclusión de Oleson como jugador para la Euroliga.
Y con estas mimbres, el Barça se presentó en la final four de Londres frente a un Real Madrid en plena forma con cuatro puntales de la Selección española: Reyes, Llul, Sergio Rodríguez y Rudy Fernández. En el partido celebrado ayer se desnudaron las carencias azulgranas muy pronto. En la pintura solo Tomic estaba acertado, con un Lorbek desconocido y un Wallace deficiente. En el tiro exterior Navarro nos prometía en el primer cuarto otra noche memorable, pero su aportación fue muy por debajo de lo esperado, Ingles, como siempre, estuvo mediocre, misma circunstancia que ilustra el caso de Víctor Sada.
Al Real Madrid solo le hizo falta apretar los dientes en el último cuarto para sentenciar un partido que marca un cambio de ciclo en el baloncesto español. Pienso que Navarro ha pasado ya sus mejores días y eso es un indicio muy claro de lo que le puede suceder a la sección de basket azulgrana si es que no se ponen las pilas urgentemente.
Mientras todo eso sucede el Real Madrid puede encontrarse con una Copa de Europa absolutamente inesperada. Le espera en la final el actual campeón, el Olympiakos griego. Es raro ver repetir título a un mismo equipo, por lo cual yo le doy favorito al conjunto madridista en la final de hoy domingo a partir de las 21:00 horas.
Seria un exitazo para una plantilla que sin demasiado ruido se ha colado en la final de la Copa de Europa. Pablo Laso en el banquillo y Alberto Herreros en la dirección son los responsables de un proyecto que se antoja exitoso. Dentro de unas horas saldremos de dudas, como decía aquel...el Real Madrid, ¿otra vez campeón de Europa?.
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