No hay peor cosa que recordar los buenos tiempos en la miseria. Muchos culés hemos asistido con resignación estoica a un nuevo baño en nuestro propio estadio del Bayer Münich. Ha sido una eliminatoria que ha dejado en evidencia muchas cosas, la más importante que el F.C Barcelona ha dejado de ser el mejor equipo de Europa.
Decía García Márquez que uno empieza a ser viejo cuando cuenta cosas que sucedieron hace más de viente años y justo hace dos décadas recuerdo perfectamente que el Barça tenía un presunto "dream team" con Stoichkov, Koeman, Laudrup, Romario, Guardiola, a priori invencible, que perdió una final de Copa de Europa frente al Milán por 4-0. A partir de ese momento el equipo entró en descomposición, Cruyff fue destituido y costó al menos un lustro en volver a tener una plantilla de garantía.
En momentos como estos ves muy claro la jugada maestra de Guardiola de abandonar el barco cuando veía una vía de agua con difícil reparación. El mejor tiempo de Xavi y Pujol ha pasado y lo que hay en el banquillo no garantiza un relevo de garantía. Creo sinceramente que la renovación de la plantilla debe ser muy profunda. Pensar lo contrario es engañarse como hace un par de décadas.
Ver humillarse de esta manera al Barça resulta muy doloroso. Es una eliminatoria que ha evidenciado muchísimas cosas. En el fútbol no se vive del pasado, mirar atrás solo es un punto de referencia más o menos glamuroso, pero lo que importa es el futuro.
Desde este momento hay que tomar decisiones duras y traumáticas. El Bayer Münich ha sido manifiestamente superior, ha tratado al Barça como un títere, ha evidenciado el fin de un ciclo. La duda que tengo es si Vilanova es el entrenador ideal para tomar unas decisiones en la que seguro que estará hipotecado emocionalmente.
El futuro pasa por la gestión inteligente de la renovación de la plantilla. El papel de Messi en la semifinal deja mucho interrogantes. Desde ya urge un plan para dosificar esfuerzos de un jugador que ha llegado a finales de temporada en una forma irreconocible.
Es una pena haber escrito esta especie de réquiem en un momento en el que nos creíamos invencibles. Toca mucha humildad, muchísima. Y lo malo de todo esto es que estamos a un año del Mundial de fútbol de Brasil 2014 y ya son demasiados internacionales en la cuerda floja: Xavi, Xabi Alonso, Pujol, Torres, Villa, Iker Casillas...¡Dios nos pille confesados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario