El Barça ya tiene en sus vitrinas su vigesimotercer título de Liga. Hace justicia a una temporada llena de sobresaltos, en la que apenas hace cuatro meses una mañana Messi no se presentó a entrenar, el entrenador tenía los dos pies fuera del club y el director general deportivo era cesado de malas maneras. Todo sucedió después del partido de Anoeta, donde el Barça sufrió su derrota más dura de la temporada.
Ahora se sabe que Messi y Luis Enrique tuvieron una sonada bronca, que todo pareció desbordarse en unas horas locas hasta que el eterno capitán, Xavi Hernández, tomó las riendas del vestuario y firmó un pacto de sangre entre los jugadores y el cuerpo técnico. Lo que siempre digo, que es mi lema favorito en los deportes de equipo: "o vives como colectivo o mueres como individuo". A esa conclusión llegaron Messi, Neymar, Luis Suárez y todo el conjunto de jugadores que vieron como mejor estrategia unir lo mejor de cada uno para reforzar el conjunto. El resultado es un título de Liga arrebatado con toda justicia al actual campeón de Europa, el Real Madrid de Ancelotti, que a mitad de temporada a punto estuvieron de batir el recórd mundial de victorias consecutivas.
Así es el fútbol, ese deporte que nació para hacernos un poco más felices. He disfrutado mucho viendo este equipo, este conjunto de jugadores entrenados por un icono blaugrana del último cuarto de siglo. Luis Enrique siempre ha representado profesionalidad, honestidad y entrega y eso es lo que ha propuesto este año como entrenador.
Además de ello hemos tenido el privilegio de disfrutar de Messi, un jugador que está llamado a ser nombrado de manera unánime, cuando se retire, como el mejor jugador de la historia del fútbol con el permiso de Pelé. Sus datos abruman pero su personalidad en el campo aún más. Es el líder de un equipo estratosférico en el que figuran elementos tan importantes para nuestra memoria colectiva como Iniesta y Xavi, los dos grandes lideres de la Roja que conquistó dos eurocopas y un mundial.
Me gusta menos este Barça que el de Cruyff y el de Guardiola pero tiene una virtud: es fléxible, se adapta a las circunstancias del rival y del partido, cultiva la táctica a balón parado y sabe muy bien ejecutar el contragolpe, aspectos que Cruyff y Guardiola apenas trabajaron.
En el momento del éxito todos nos apuntamos al carro. Yo solo espero que sea el primer título del mítico triplete. Terminar la temporada como campeón de Liga, de Copa y de Europa sería sencillamente una utopía conforme arrancó la temporada.
Hemos sufrido pero también hemos disfrutado mucho de este equipo y de estos jugadores. Me gustan los que casi a todo el mundo: Messi, Neymar, Luis Suárez, Iniesta o Xavi, pero también jugadores como Mascherano, todo humildad y profesionalidad, Busquets, la materia gris del Barça o Claudio Bravo, un portero que ha hecho olvidar a Víctor Valdés con soberbias actuaciones.
Después de todo y ante todo, ¡visça el Barça!. Nos vemos en Berlín, levantando la quinta Copa de Europa...Por soñar que no quede.
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