martes, 12 de mayo de 2015

El Barça, finalista de la Liga de Campeones

Con el tridente a Berlín
El Barça jugará una nueva final de la Copa de Europa. Bajo mi punto de vista es el equipo más completo de Europa y es favorito ante cualquier rival, incluido el Real Madrid, su previsible rival en la final. Si nos dicen a mitad de temporada que seríamos campeones de Liga y posiblemente de la Copa del Rey y de Europa, ningún culé lo creería. 
Después de una titubeante primera vuelta en la que Luis Enrique estuvo a medio segundo de ser destituído y en la que su director deportivo, Andoni Zubizarreta, fue destituido y convocadas elecciones para este verano, nadie pensaria que jugaríamos la final de la Copa de Europa, eliminando en el camino al campeón de Liga inglesa (Manchester City), al campeón de Liga francesa (PSG) y al campeón alemán (Bayer Münich).
La superioridad en la semifinal ha sido aplastante. El Barça ha eliminado sin despeinarse al Bayer en el partido de vuelta, con la sensación de haber tenido una clemencia con Pep Guardiola, el iniciador del ciclo mágico culé del ultimo lustro. Una vez más, ha quedado claro que el Barça cuenta con EL mejor triplete de delanteros del mundo. En contra de lo temido, Suárez, Messi y Neymar enriquecen su juego con la aportación del compañero, han aunado calidad y pasión, se han conjurado para hacer un Barça más grande. 
El triplete mágico y el resto del equipo ha interiorizado aquella máxima del deporte: "o vives como colectivo o mueres como individuo". Luis Enrique ha sido el equilibrio para conseguir esta fórmula alquímica, Ha conseguido la pax dentro del terreno de juego y ha dejado, tras el encontranazo que tuvo con Messi, que los capitanes piloten la vida del vestuario hacia el horizonte de un nuevo título de campeón de Europa.
Personalmente me gustaba mucho más el Barça de Guardiola porque soy favorable del fútbol total, del toque como seña de identidad, pero reconozco que Luis Enrique ha gestionado el esfuerzo a lo largo de la temporada y ha ofrecido distintas propuestas para ganar partidos, sin cuestionar las esencias más íntimas del Barça que bautizó futbolísticamente Cruyff hace más de veinte años.
Me gustaría una final con el Real Madrid, sinceramente. Ganarla sería el acontecimiento histórico más importante en los más 100 años de historia del club y yo tendría el privilegio de vivirla. Para quien vivió casi 20 años de ostracismo en los grandes títulos, para quien recuerda como ayer la derrota en Sevilla de la Copa de Europa de 1986 y para quien padeció más de una década sin un título de prestigio, poder disfrutar de la cuarta final en apenas 7 años es algo excepcional.
Hay que disfrutar del momento, de ese "carpe diem" que pasa por este final de temporada llena de buenas noticias, de grandes sensaciones. Este Barça merece el reconocimiento unánime de la afición. Luis Enrique ha construido un equipo creíble y fiable, que dignifica la historia del club y la memoria de muchísimos aficionados que sueñan, una vez más, con ser grandes en Europa, en el lugar de la verdad, en ese donde nace la leyenda de un equipo que merece ser, por derecho propio, el nuevo campeón continental. ¡¡¡Visça el Barça!!!.

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