Como culé reconocido me duele mucho el adiós de Tito, un entrendor que, en su primera temporada, ganó una Liga y llegó a semifinales de la Copa de Europa, además de suplir en el banquillo al que quizás haya sido el entrenador más brillante de la historia del club: Pep Guardiola.Vilanova heredó una difícil tarea que gestionó con brillantez. Lo hizo con entereza, tranquilidad y con un proyecto deportivo acorde a la genética blaugrana. De hecho Vilanova siempre apostó por Neymar y descartó otros fichajes que le proponía la Secretaría Técnica, convencido de que sería el responsable de ocupar el banquillo culé para los próximos años.
Desgraciadamente la enfermedad le impedirá cumplir con su sueño de ser campeón de Europa como entrenador pero esperemos que su aportación se siga notando en otras áreas del club. No merecía este final, toda vez que luchó como nadie para cumplir con profesionalidad la difícil tarea de entrenar a los mejores jugadores del mundo.
Además, en su última semana, intervino en las polémicas declaraciones de Pep Guardiola desde Alemania. Su amigo del alma, según Vilanova, no había estado a su lado en sus peores momentos, circunstancia que a buen seguro Guardiola enmendará en esta nueva fase de la enfermedad de Tito. Se merece todo el cariño de los culés y todo el respeto del mundo del fútbol, gestos y palabras de aliento en momentos tan difíciles. Seguro que vencerá al cáncer como antes derrotó otras tantas adversidades.
Y tras todo eso, el Barça debe gestionar una peligrosa situación: sustituir a un entrenador con la pretemporada empezada con todos los problemas que eso ocasiona. Se barajan los nombres del Tata Martino y de Luis Enrique. Yo apostaría por Luis Enrique que conoce al club y a muchos de los jugadores de la plantilla, aunque fracasara la pasada temporada en la Roma. Martino, entrenador de Newell´s Old Boys, es un jugada demasiado arriesgada Viene avalado por Messi pero desconoce nuestra Liga y la gestión de un club de las dimensiones del Barça.
La pena es que algunos jugadores como Villa o Thiago se marcharon porque Tito no les consideraba titulares y otros como Alexis Sánchez se quedaron justamente por el argumento contrario. Ahora no hay vuelta atrás pero está claro que ese tipo de decisiones afectarán a lo largo de la temporada. Yo espero que Rosell acierte porque de otra manera la inestabilidad volverá al club y no es el mejor caldo de cultivo para encarar el futuro. Esperamos noticias.
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