Mi sí es rotundo a Diego Costa en la Selección española de fútbol. Se trata de un jugador solvente técnica y tácticamente hablando y, además, aporta algo del que carecía un poco la Roja: carácter y garra cuando los partidos se pongan cuesta arriba.
Todo habrá que valorarlo a posteriori pero despreciar a un jugador que en el mes de noviembre lleva 16 goles oficiales sería de tontos y Vicente del Bosque es lo suficientemente inteligente como para aprovechar el regalo de Brasil.
Bajo mi punto de vista la Roja tiene dos problemas: un goleador que ofrezca soluciones en el ataque y un lateral derecho solvente. El centro del campo es inigualable, la portería excepcional y el centro de la defensa muy sólida. En realidad siempre nos ha faltado, cuando no estaba Villa en condiciones, un rematador en estado puro, toda vez que Torres es un jugador excepcional pero irregular.
Ahora lo tenemos y afrontamos el Mundial de Brasil con las garantías de poder repetir el título de campeón del Mundo, un privilegio que a lo largo de la historia se ha reservado Brasil.
Será un Mundial excepcional en el que Messi, Neymar, Cristiano si llega y la Roja intentarán reivindicarse de nuevo. Veo una Selección madura y equilibrada que puede darnos grandes alegrías. Para alguien que creció en la cultura de poder llegar a octavos como objetivo final en los grandes campeonatos, soñar con repetir el título mundialista es algo sencillamente increíble. Lo cierto es que podemos conseguirlo y en ese caso podríamos hacer una renovación tranquila de hombres como Xavi, Xabi Alonso, Casillas, Pujol, Torres, Villa y el resto de esta maravillosa generación de deportistas.
En este contexto tener savia nueva con gente como Diego Costa nunca viene mal. Ahora a Costa le queda mantener este tono competitivo todo el año. Si sigue así nadie podrá cuestionar su convocatoria mundialista. No queda nada y es bueno ir integrándole en el bloque de la Selección. Esperemos que mantenga el ritmo, para bien de España y del Atlético de Madrid.
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