Bienvenido quienquiera que seas, dondequiera que estés, a esta pequeña ventana por la que fluye mi amor por el deporte. Siempré soñé con ser deportista. Ahora que este sueño ya no lo podré cumplir nunca, al menos, me gusta observarlo y comentarlo con la mayor humildad posible. Entra sin llamar. Si te gusta el deporte, siempre serás bienvenido.
miércoles, 17 de abril de 2013
Boston, símbolo del deporte mundial
Bostón es, desde esta semana, la capital mundial del deporte para muchos años. Esta maravillosa ciudad norteamericana, donde se encuentran la universidad más prestigiosa del mundo (Harvard), se ha convertido en un símbolo del deporte mundial. Su maratón, famosos por ser el decano ya que se corre desde 1897, era uno de los más famosos del mundo, pero para desgracia de todos se ha convertido en un símbolo para todos aquellos que entienden el deporte como una forma de concordia y superación personal.
Pretender utilizarlo para causar el mayor daño posible a gente inocente es sencillamente condenable, vergonzoso e impresentable. A esta hora aún no se sabe nada sobre los autores del atentado pero está claro que cuentan con la condena unánime de todo el mundo civilizado.
Arrancar la vida a un niño de 8 años que esperaba felicitar en la meta a su padre, asesinar a sangre fría y mutilar a decenas más, no es otra cosa que un delito de lesa humanidad.
Desgraciadamente Bostón, como Münich en su día o como la propia ciudad de Atlanta pasa ya a la triste historia del deporte mundial por su condición de ciudad señalada por el terrorismo, independientemente de su signo.
En España, por desgracia, sabemos mucho de terrorismo tanto islámico como etarra y valoramos más que nadie la complicidad de unas palabras o la compresión absoluta del dolor que pueden estar pasando en estos momentos las víctimas.
El deporte, como decía Jean Girandoux "delega en el cuerpo alguna de las virtudes más fuertes del alma" y ésta no es precisamente causar el mayor daño posible a tus semejantes. Por el contrario el deporte es superación, empatía sobre aquellos que cada día lucha por sobrevivir en un mundo que cada vez se presenta más hostil.
Sirvan estas humildes palabras como homenaje a todas aquellas víctimas inocentes que han perdido su vida practicando aquello que más le gustaba: el maratón, la prueba más antigua del programa olímpico y sin duda la más épica de todas.
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