Si hay un gimnasta que roza la perfección es el japonés Kohei Uchimura. Hoy se ha proclamado por cuarta vez consecutiva campeón del mundo de gimnasia en el concurso completo, un título que completa al de campeón olímpico conseguido en los pasados Juegos de Londres. Los aficionados a la buena gimnasia saben que esta gesta será difícil de igualar en un futuro porque es difícil mantenerse en la élite mundial demasiado tiempo.
De momento su liderazgo es sólido porque hablamos de un gimnasta completo que nunca falla en la gran competición. A decir verdad tan solo en los Juegos Olímpicos de Pekín pinchó en caballo con arcos, lo que relegó a la medalla de plata. Desde entonces no se le conoce derrota en las grandes citas, lo que habla de su madurez y de su solidez como gimnasta.
Da mucha envidia tener a un campeón de esta naturaleza. En España tuvimos a Jesús Carballo y a Gervasio Deffer, doble campeón olímpico en salto. Ahora recorremos una travesía del desierto, aunque tenemos campeones nacionales de gran proyección como Fabián González, undécimo en el Mundial de Amberes.
El reinado de Uchimura parece no tener fin y todo apunta a un nuevo oro olímpico en Río lo que le encumbraría como el mejor gimnasta de la historia. En un país que cuida tanto el deporte como Japón, sin lugar a dudas es una noticia que les habrá llenado de alegría tanto como la designación de Tokyo como sede de los Juegos Olímpicos de 2022.
Me encanta la gimnasia y más cuando la interpreta Uchimura. Se merece este Mundial y también el título de mejor gimnasta del siglo XXI.
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