El lunes en las clasificaciones mundiales de la ATP y de la UCI aparecen en el primer puesto dos españoles: Rafael Nadal y Purito Rodríguez. A pesar de perder frente a Djokovic la final del torneo de Pekín, Nadal sumó los puntos suficientes para recuperar el número uno casi tres años después de perderlo. Esta subida en el escalafón mundial pone la guinda de oro a una temporada en la que ha ganado dos grandes (Roland Garros y USA Open) y, sobre todo, ha reencontrado su mejor juego después de 7 meses de baja por lesión.
Los calificativos sobre Rafa Nadal son inagotables. Sólo cuando se retire veremos con perspectiva los logros de su carrera deportiva y el ejemplo de su vida personal. Hablamos de un hombre humilde y solidario que siempre ha dejado el pabellón humano y deportivo al máximo nivel.
Purito Rodríguez también conquistó el número uno mundial y cierra la temporada como el mejor ciclista del momento. Es un logro que ya ha conseguido tres veces pero seguro que este año habrá tenido un sabor especial después de llorar sin consuelo en el pódium del Mundial de ciclismo, donde fue medalla de plata. El domingo ganaba el Giro de Lombardía, una de las cinco grandes clásicas del mundo. Y lo hizo por delante de Valverde, el compañero que le apartó de ser campeón mundial de ciclismo. Me alegro por Purito porque el Dios del ciclismo le debe una gran vuelta por etapas y un mundial. Algún día ganará la Vuelta a España y quizás el Mundial de ciclismo. Por el momento nos deja su humildad, muy sincera, su simpatía, su forma de encajar las derrotas y celebrar las victorias, con respeto al rival.
Purito es un número uno que está en el ocaso de su carrera deportiva. Creo que puede hacer muchas más cosas en el ciclismo y me encantaría que algún día pudiera ganar el Tour, aunque su rendimiento contrarreloj se lo haya impedido ya. Al menos este número uno le compensa el bajón del Mundial y le permite afrontar una nueva temporada en la que igual se plantea atacar las grandes clásicas belgas y holandesas.
Ha sido un fin de semana bueno para nuestro deporte a excepción de la Fórmula 1 donde se ha demostrado que Ferrari piensa en la próxima temporada y bueno para la Liga de fútbol. El Atlético de Madrid no pierde ritmo y el Real Madrid comienza a tirar de gesta para sacar los partidos a domicilio. Mala noticia para Ancelotti, que no encuentra el patrón de juego espectacular que prometió. Sus partidos se parecen cada vez más a los que planteaba el Milán en el Calcio. Prietas las filas atrás y tirar de épica para ganar los partidos en el descuento. Lo malo es que esos argumentos no valen para los grandes rivales europeos. Debemos darle tiempo pero me da la sensación que, como no cambie radicalmente, el Real Madrid habrá tirado una temporada más en el mes de noviembre.
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