Txema Olazábal, el genial golfista vasco, es el nuevo premio Príncipe de Asturias del deporte. Sin lugar a dudas dignifica el premio con una trayectoria profesional y humana digna de admiración. Ganador de dos "chaquetas verdes" que distinguen al ganador del Máster de Augusta y de cuatro Ryder Cup, la última ganada en EEUU como capitán de la selección europea son credenciales más que suficientes para acreditarse como digno premiado.
Además de ello, Olazábal representa los valores más elevados del deporte: competitividad, profesionalidad, grandeza en las derrotas y en las victorias, así como un plano humano que se vio representado en la despedida que tuvo para el que fue su gran maestro y amigo, Severiano Ballesteros.
Es un merecido premio a una trayectoria deportiva que ha tocado su fin y lo ha hecho con el reconocimiento de los premios más prestigiosos del mundo por detrás de los Nobel. Es un colofón de oro para un hombre que hace más de veinte años paseó el nombre del País Vasco y de España por todo el mundo. ¡Enhorabuena campeón!.
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