Me gustó el Real Madrid. Este equipo, cuando le aguanta el físico saber jugar al fútbol con criterio y corrección. Modric, Kroos e Isco son tres centrocampistas de primer nivel, con sentido futbolístico. Sergio Ramos y Pepe forman una gran pareja de centrales, Marcelo es artista por naturaleza, Cristiano sobran las presentación y Benzema es un jugador con una clarividencia en los aledaños del área que tienen muy pocos.
Con todas estas señas de identidad es difícil no hacer buen fútbol salvo que tu identidad sea la negación por principio del buen juego, cosa que hacía Mourihno. Este Real Madrid tiene otro aroma al del portugués. Ancelotti como jugador fue exquisito en el trato de balón y como entrenador sigue la misma inercia.
Me gusta su fútbol y anoche, por primera vez en muchos años, el Real Madrid ganó al Barça con sus propias armas: la velocidad de circulación de balón y el toque para abrir huecos en la defensa blaugrana.
Lo malo para el Real Madrid es que todos estos buenos propósitos no fueron suficientes para frenar a un Barça distinto del que, por cultura futbolística, nos tiene acostumbrado. Ahora hablamos de un equipo que está dispuesto a cerrar líneas para vivir al contragolpe, que busca la jugada directa por encima de una circulación ordenada del balón en el centro del campo. Es un equipo diferente que tiene más pólvora que ningún Barça en su historia. Si Messi y Neymar eran pocos, han invitado al juego ofensivo a Luis Suárez, un jugador enorme que abre espacios, se ofrece, trabaja como el que más y tiene una capacidad para definir como ningún delantero centro del mundo.
En una noche donde, por momentos, el Barça vivió de la inspiración de Piqué y Bravo sacar un 2-1 es un resultado espectacular. En Barcelona se empieza a creer en el título de Liga y eso es muy importante para centrarse en el último tercio de temporada.
Es un Barça diferente que entretiene mucho menos que el Dream Team o el equipo de Guardiola pero que sabe gestionar eficazmente en el terreno de juego sus potenciales. En este sentido me parece un acierto el fichaje de Bravo, el buen hacer de Rakitic y la solvencia goleadora de Luis Suárez. Han dado un salto cualitativo a la plantilla y eso se nota en este tramo de la temporada, en el que muchos equipos están teniendo problemas físicos para concluir la misma.
Quizás este sea el principal síntoma de alarma que nos deja el Real Madrid. El partido se le hizo larguísimo y el final de temporada se le puede hacer mucho más largo. Son muy malas noticias para eliminar a un Atlético de Madrid que le gana en garra y presión en todas sus líneas. Sin lugar a dudas será una eliminatoria muy dura que, bajo mi punto de vista, la decidirá pequeños detalles y dar esos bajonazos físicos en las segundas partes es algo que debería preocupar a la afición madridista.
Un año más volvimos a ver un derby que mereció la pena. El Barça sale reforzado y con una distancia de 4 puntos sobre el Real Madrid, una distancia no insalvable pero sí peligrosa para poder optar al título de campeón de Liga.
Creo que ambos equipos pueden hacer grandes cosas en la Champions. Yo sueño con una final Barça-Real Madrid y con levantar la quinta frente al eterno rival. ¿Quién se apunta a este sueño?.
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