miércoles, 18 de noviembre de 2015

Muere Jonah Lomu, una leyenda del rugby mundial. DEP


Parece increíble que uno de los jugadores de rugby más poderosos por técnica y juego de la historia haya muerto con 40 años, tras padecer una larga enfermedad que le retaría hace casi una década de los terrenos de juego.
Ha sido una lucha sin cuartel que ha perdido el jugador de rugby que más me ha impactado en la historia más reciente. Era un hombre de casi 2 metros de alto, pesaba 120 kilos y era capaz de correr los 100 metros lisos en 10,8. Con estos datos sobra añadir cualquier comentario acerca de su potencialidad como jugador. Ha pasado a la historia del rugby por muchos aspectos: por ser el que más ensayos ha conseguido en un Mundial (8 concretamente en el Mundial de 1999), por ser el más ensayos ha conseguido en una semifinal (4 frente a Inglaterra) pero sobre pasará a la memoria colectiva del deporte mundial por haber sido un jugador absolutamente imparable en la mejor selección de rugby de la Historia: los All Blacks de Nueva Zelanda.
Su carrera era imparable, solamente le faltaba proclamarse campeón del Mundo. Pudo hacerlo en la final de Sudáfrica de 1995 pero aquel día, como él mismo declaró, Sudáfrica jugó aquel día con 44 millones de almas que borraron de un plumazo el apartheid con Nelson Mandela en el palco de autoridades.
Lomu, tras el Mundial de 1999, comenzó a padecer una extraña dolencia nefrítica que, a pesar de haber sido tratada con un trasplante incluido, ha acabado con la vida de uno de los símbolos del deporte mundial.
Yo quería darle mi pequeño homenaje porque admiré su carrera profesional y valoraba muchísimo su humildad como persona, como hombre comprometido con los derechos humanos, como embajador de muchos proyectos solidarios. Era un icono del rugby, ese deporte que juegan caballeros. Lomu era un caballero ilustre, un hombre que deja un legado muy importante pero sobre todo una lección de vida: luchar hasta el final por aquello que crees sin importar que, al final del camino, la batalla la tengas perdida. La muerte ha dejado una gran vacío para el deporte. DEP

No hay comentarios:

Publicar un comentario