lunes, 16 de febrero de 2015

Los Gasol: el gran sueño americano

Marc y Pau Gasol protagonizan un salto para la historia del baloncesto español... y mundial
Los hermanos Gasol han conseguido lo que nunca hicieron dos hermanos en la historia del baloncesto mundial: han protagonizado el salto inicial del All Star de la NBA. Es una hazaña que engrandece aún más nuestro baloncesto y lo sitúa, de nuevo, en la vanguardia mundial tras el fracaso del Mundobasket de España del verano pasado.
Son dos jugares estratosféricos. Pau es más versátil pero Marc tiene un talento innato para fajarse con los grandes pivots de la NBA. Ambos son jugadores decisivos en sus equipos y ambos tienen posibilidades de jugar la final de este año: Pau con un Chicago Bulls rejuvenecido y Marc con un Memphis Grizzlies que esta temporada parece con más posibilidades que nunca de ser campeón de la Conferencia Oeste y después de la NBA.
Ambos nacieron y crecieron en el Barça. Pau de la mano de Joan Montes, un entrenador de transición que dejó como mejor legado la incorporación del hermano mayor de los Gasol al primer equipo blaugrana y Marc que debutó también con el primero equipo pero posteriormente fue marginado por Ivanovic, hasta que decidió irse a Girona como puente de salida a la NBA. Además de ello, ambos tienen el honor de haber jugado en la mejor selección española de la historia: un Mundial, dos europeos y dos platas olímpicas en apenas una década dan buena muestra de la calidad de su baloncesto.
Me alegro mucho por ellos, porque han cumplido ese viejo sueño americano de triunfar desde el esfuerzo y la humildad en un país donde el baloncesto es una auténtica religión. Con su trayectoria profesional han abierto camino a otros tantos españoles que también están dando muchas noches de gloria en la NBA: Ricky Rubio, Sergi Ibaka, José Manuel Calderón, Víctor Claver o Nicola Mirotic a los que se unieron en su día Carbajosa, Chacho Rodríguez, Rudy Fernández o Juan Carlos Navarro.
Para uno que creció de niño viendo los duelos entre Bird y Magic Johnson, entre Jordan y Wilkins, entre Malone y Ewing, es un auténtico orgullo disfrutar del fin de semana de las estrellas con protagonismo español.
Tendrán que pasar muchos años, quizá décadas, para volver a tener esta cantidad y calidad de buenas estrellas. Pau y Marc representan lo mejor de nuestro deporte. Por méritos propios han logrado escribir con letras de oro la historia de nuestro baloncesto reciente. Que todo EEUU haya recogido en las portadas de sus ediciones deportivas el salto inicial de dos españoles no hace sino engrandecer aun más la carrera deportiva de dos figuras de nuestro deporte.
Este fin de semana la NBA olía más que nunca a España, a Cataluña, y a la vida de dos hermanos que supieron triunfar en el Olimpo de los dioses del baloncesto mundial. Yo sueño con ver terminar sus carreras deportivas en Barcelona, el club de sus amores junto con Juan Carlos Navarro. Por soñar que no quede.

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