domingo, 23 de marzo de 2014

Messi e Iniesta deciden poner picante a la Liga

Hay partidos que pasan para la Historia del fútbol por su importancia o por su emotividad. Para los culés la victoria a domicilio del Barça en el Santiago Bernabéu dejará huella por mucho tiempo. El equipo venía en estado comatoso y ha salido posicionado para revalidar el título de Liga.
Habría mucho que decir y que debatir pero la actuación de Iniesta y Messi es incontestable. El manchego lleva un mes en pleno estado de forma y comienza a recordar a aquel que lideró a la Selección española en el Mundial de Sudáfrica. Sus goles y su presencia en el campo es espectacular. Vuelve a estar fino y el juego del Barça lo nota. Si a eso se une el olfato de Messi, nos encontramos ante la fórmula perfecta para construir el buen fútbol que ha caracterizado a los culés en el último lustro.
El Real Madrid, por su parte, volvió a dejar señas de su calidad pero sus dos principales estrellas, Cristiano y Bale, no ofrecieron su mejor versión. Y eso, a pesar, de la defensa del Barça, que parece de Segunda División con un Piqué absolutamente desconocido y un Mascherano que hace mucho tiempo que ofreció su mejor versión.
La emoción de la Liga ha vuelto para bien del campeonato, del que es líder el Atlético de Madrid, un equipo que pasito a pasito presenta cada jornada su candidatura al título de Liga sin más argumentos que ofrecer cada jornada hasta la última gota de sudor de sus jugadores.
La vida es un camino de ida y vuelta y en este rondar podemos de disfrutar de un partido de futbol que reengancha al Barça a una Liga que parecía perdida. Esta Liga nos tiene reservadas muchas sorpresa y la de este noche era una de ellas.

jueves, 20 de marzo de 2014

Tras el caso Marta Domínguez, ¿se lucha en España contra el dopaje?

Pulse para ver el video
dddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddddd
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Por mucho que podamos imaginar, la realidad siempre supera a la ficción. Esta mañana el Comité de Disciplina de la Federación Española de Atletismo ha absuelto a Marta Domínguez de dopaje con referencia a la alteración de los parámetros en el pasaporte biológico de Marta en el año 2009, fecha en la que se proclamó campeona del mundo de 5000 metros.
Y se han quedado tan anchos. Esta noticia directamente es un escándalo deportivo por cuanto la propia Federación cuestiona la validez de una prueba que se ha asumido como certera por todas las federaciones internacionales, incluido el propio Comité Olímpico Internacional.
Claro que con las declaraciones previas realizadas por José María Odriozola, presidente de la Federación y del propio Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, se sabía la decisión de antemano. Lo curioso es que Blanco es el mismo personaje que defendió en Buenos Aires, en la elección de Madrid como ciudad candidata a los Juegos de 2020, las virtudes de la legislación española contra el dopaje. Su discurso fue tan falso que no se lo creyó nadie, y ese fue el principal argumento para rechazar la candidatura madrileña. Ni más ni menos.
Lo gordo de este caso de Marta Domínguez es que, muy probablemente, el TAS acabe sancionando a la atleta palentina. Sería un caso más, después de los episodios de Alejandro Valverde y del propio Alberto Contador. Así las cosas, ¿con quién se pretende quedar el COE para decir que España lucha contra el dopaje?. Conmigo no. La semana pasado Pentinel, otro de nuestros grandes atletas, se veía involucrado en una operación de tráfico de sustancias dopantes. ¿Cuánto más desprestigio debe soportar nuestro deporte?. La respuesta es clara y sencilla: si queremos un deporte creíble debemos ser ejemplares en la lucha contra los tramposos.
Fui el admirador número uno de Marta Domínguez pero me sorprende mucho que se haya visto envuelta en dos escándalos de dopaje y haya salido inmaculada de ambos. Se supone que en el TAS, donde no hay una mano política que presiona el dictamen, se hará justicia definitiva a un caso de dopaje que involucra en su prestigio al presidente del Comité Olímpico Español.
Señor Alejandro Blanco, cuando vaya usted por el mundo hablando de limpieza y de legalidad, tápese un poquito, porque le pueden sacar unos cuantos cadáveres del armario. Y después, cuando al deporte español le señalen con el dedo, cada palo que aguante su vela, porque algunos van a tener que soportar sobre sus costillas el cirial de la Catedral de Toledo.

martes, 18 de marzo de 2014

Alberto Contador, en plena forma

Podio final de la Tirreno-Adriático 2014
¡Enhorabuena para Alberto Contador!. Hace dos años que el pinteño no ganaba una carrera por etapas y lo ha ido a realizar, ni más ni menos, que a la Tirreno-Adriático, la prueba más prestigiosa por etapas del inicio de la temporada ciclista. Lo ha hecho con solvencia y determinación, por delante de Nairo Quintana, la gran promesa colombiana que asombró al mundo ciclista el año pasado en el Tour de Francia.
Esta claro que Contador ha entrenado duro este invierno, quizás a sabiendas de que su máximo rendimiento como ciclista tiene ya fecha de caducidad. Son miles de batallas a las espaldas de Contador, miles de guerras libradas en las grandes vueltas por etapas. Quizás este año sea el último que afrontará con garantías de ganar el Tour con el permiso de Froome y de la armada española de Valverde y Purito Rodríguez.
Quizás este año Contador haya cambiado su estrategia de preparación para afrontar el Tour o quizás haya vuelto la mejor versión de Contador, un ciclista a la vieja usanza, que cree en la gesta del demarraje a decenas de kilómetros de meta. Sin lugar a dudas es un ciclista de grandes esencias, de etapas memorables que poco a poco se han ido diluyendo conforme avanzaba su carrera deportiva.
Era el sucesor natural de Induráin en la mente de todos los aficionados al ciclismo pero , poco a poco, fue perdiendo su identidad de ciclista valiente y combativo. Lo hizo justo después del paréntesis forzoso en su carrera deportiva debido al dopaje por Clembuterol que le fue detectado. La sanción de dos años por dopaje fue un golpe muy duro para Contador y para el ciclismo español.
Yo sentía una admiración infinita por Contador, por su historia personal de superación de una enfermedad que padece desde hace años, por su forma de ver y entender el ciclismo como lo hicieron todos los grandes campeones españoles, desde Vicente Trueba hasta Oscar Freire. Firmaba cada triunfo en formato de gesta de un hombre que se superaba constantemente, que prometía batir todas las marcas de triunfos en grandes vueltas. Eso emocionaba mucho, sobre todo cuando atacaba en la montaña, en las grandes citas del Tour de Francia. Nos privó de muchas siestas, a cambio de una emoción infinita.
Todo eso hasta que estalló el caso de su dopaje. A partir de ese momento su crédito está en tela de juicio. Como decía Nietzsche, "no es que me hayas engañado, sino que jamás volveré a confiar en ti". Tendrá que darnos muchas semanas como ésta de la Tirreno-Adriático para volver a confiar en él. De momento ha hecho que podamos volver a soñar con ganar el Tour de Francia, y eso son palabras mayores. A pesar de todo y por encima de todo me gustaría ver a Alberto Contador en lo más alto del pódium del Giro o del Tour de Francia. Pensaremos que es el hijo pródigo que ha vuelto a casa tras años de ausencia. El ciclismo español lo necesita más que nunca. Esperemos que la Tirreno-Adriático sea el preámbulo de una temporada de ensueño. Yo apuesto por ello. 
 

domingo, 16 de marzo de 2014

Decepcionante inicio de temporada de Ferrari

Fórmula 1: Fernando Alonso quinto en el GP de Australia
La vida sigue igual para Ferrari y para Fernando Alonso. Nueva temporada, ilusionante proyecto, pero llega la primera carrera y los bólidos rojos quedan relegados a medio segundo por vuelta de la cabeza. El año pasado era Red Bull y Lotus, este año Mercedes y McLaren y así un penoso y largo etcétera a lo largo de las cinco temporadas que lleva pilotando Alonso en Ferrari.
No consuela saber que Hamilton y Vettel se retiraron, ni que eliminaron a Ricciardo. Estos tres pilotos cuentan en pista con un mejor coche que Alonso para decepción de los millones de aficionados de Ferrari. Para mi fue tan decepcionante que el propio McLaren, desahuciado al final de la pasada temporada presenta un mejor rendimiento que la escudería Ferrari.
Espero que sea algo puntual y que en los próximos grandes premios se vaya viendo una evolución positiva del coche, quizás cuando la competición llegue a Europa. De lo contrario estaríamos en la enésima desilusión del que a priori es el mejor binomio de la parrilla: Alonso como piloto y Ferrari como escudería.
Recuerdo mucho los tiempos de Brown, Todt y todo el carrusel de ingenieros con los que ya no cuenta Ferrari. Ver a Raikkonen y Fernando Alonso peleando su posición con los Williams es sencillamente desalentador. Y eso, a pesar, que el final de la pasada temporada se tiró a la basura para preparar el coche para el inicio de esta.
No me gusta este año la Fórmula 1 con sus coches silenciosos, escasos de potencia, feos de diseño. Muchos cambios pero la mayoría para peor. La única ilusión era ver a Fernando Alonso luchando por la pole y por la carrera, pero nuestro gozo en un pozo. Esperemos que haya sido un fenómeno puntual de un circuito semiurbano como el de Melbourne. Lo único positivo es esa cuarto puesto que suena a música celestial después de haber notado la impotencia de Ferrari en pista.
La vida sigue igual, a nuestro pesar...

martes, 11 de marzo de 2014

Grande Atlético de Madrid


Una de las pocas cosas positivas de ir cumpliendo años es que vas viendo todas las cosas con perspectiva histórica. Disfrutar del partidazo del Atlético de Madrid frente al Milán es algo grande pero sí lo comparas con los años de absoluta sequía en Europa del equipo rojiblanco es algo absolutamente orgiástico.
Uno que ya va teniendo sus años y que creció con la grandeza del Milán de Sacchi y Capello, valora muchísimo más que el Atlético de Madrid le haya dado un auténtico repaso en el partido de ida y en el de vuelta.
Simeone ha cambiado el discurso victimista del "pupas" por otro en el que se habla de grandeza, heroidicidad y visualización de grandes títulos. Ése es el verdadero salto cualitativo del Atlético de Madrid y eso es lo que se sintió en el Vicente Calderón frente al Milán de Seedorf. Ahora el Atleti es un equipo creíble, organizado, seguro, que sabe a lo que juega y que mueve sus piezas a la perfección.
Con estos argumentos se ha presentado en cuartos de final de la Champions y encara con posibilidades el final del Campeonato de Liga. Ahora se juega y se vive como un equipo solidario, humilde, sin altanerías, sin egos personales que puedan engullir al colectivo. Da mucha envidia ver un equipo así, hecho de muchos descartes de otros equipos grandes que Simeone ha sabido extraerles su jugo.
Me gustaría que el Atleti hiciera algo de verdad, por ejemplo ganar la Champions, y ofrecérsela a Luis Aragonés, que la acarició en aquella histórica final de 1974 contra el Bayer Münich. Sería el éxtasis y la consecuencia lógica de tanto trabajo bien hecho, del compromiso de un grupo de jugadores que dejan todo y más en el campo.
Como digo, si tienes perspectiva histórica y comparas esta temporada con la mediocridad de otras tantas precedentes, si lo haces sabiendo que tu rival de octavos era el Milán de las 7 copas de Europa, no puedes por menos que disfrutar de un momento grande en la historia del Atlético de Madrid.
Este equipo está escribiendo con letras de oro la historia del club. Me alegro por ellos. La afición colchonera se merece como nadie tardes de gloria como ésta, de esas que no se olvidarán tan fácil. ¡¡¡Aupa Atleti!!!.

martes, 4 de marzo de 2014

Adiós e infinitas gracias a Puyol, el eterno capitán.


¡Qué dignidad personal y profesional se condensa en este jugador eterno e inolvidable!. Se llama Carles Puyol y los que nos sentimos culés y españoles hemos tenido el privilegio de disfrutar en los últimos quince años, desde aquel día, allá por 1999, cuando Louis Van Gaal, entonces entrenador del Barça le hizo debutar en Valladolid, hasta el pasado domingo en el que marcó un gol en el Camp Nou frente al Almería.
Siempre fue mi jugador favorito porque en él se condensaba todos los valores que encajan con mi filosofía de vida: esfuerzo, profesionalidad, humildad, compromiso y lealtad. No creyeron en él demasiado en las categorías inferiores del Barça, donde empezó como delantero centro pero siempre vieron en él un líder que no defraudaría a nadie. Acabó como lateral derecho y allí debutó en la época donde Michael Reiziger era el dueño de la banda derecha azulgrana.
Pronto, el entrenador se dio cuenta que era imprescindible para el equipo y para el vestuario. Afinó su técnica y ganó en seguridad hasta convertirse en el central titular indiscutible en la zaga azulgrana y en la Selección española. Sus números son incontestables: 100 partidos internacionales con España, campeón del Mundo, de Europa, casi 600 partidos con el Barça, campeón de Liga, de Europa, de Copa, del Mundialito de clubes, premios individuales y así un largo etcétera que ocuparían páginas y páginas.
Yo me quedo con su humildad, con no olvidar sus raíces, sus orígenes humildes, por haber llevado unos colores tan dentro hasta convertirse en su capitán y abanderado, con su capacidad para superarse, lesión a lesión, por haber entendido el fútbol con una dignidad infinita, incluso el día que anuncia su retirada del Barça y de la Selección española.
El guerrero pide un descanso para meditar antes de continuar la batalla en otros lugares, quizás desde su retiro definitivo. Todos tenemos muy claro cómo le recordaremos y porqué le recordaremos. Sobre todo lo haremos porque en él nos vimos representados, por encima de sus goles, escasos pero decisivos, por encima de haber sido durante varios años el mejor central del mundo.
Era un chaval del pueblo que un día soñó con vestirse de culé y ganar títulos con su club y con su país. Y no sólo que lo soñó sino que hizo posible su sueño, con mucho trabajo, con mucha abnegación, con un sacrificio infinito. Él pudo hacer el sueño posible, el mismo que tuvimos muchos niños. Por eso, cuando le veíamos, amábamos tanto su fútbol, porque tuvo la dignidad de soñar y de hacer realidad sus sueños, a pesar de haber pasado momentos de dudas, turbulencia y tempestad.
Siempre seré de Carles Puyol. Me sabe mal que no pueda estar con España en Brasil, donde él hubiera dado de nuevo su vida por alcanzar el título más grande al que puede aspirar un futbolista. A veces la vida es ingrata, pero él lo dignificó todo, incluso su adiós, humilde, sin extravagancias, sin protocolo.
Como culé y como español, infinitas gracias por todo.