Hay partidos que pasan para la Historia del fútbol por su importancia o por su emotividad. Para los culés la victoria a domicilio del Barça en el Santiago Bernabéu dejará huella por mucho tiempo. El equipo venía en estado comatoso y ha salido posicionado para revalidar el título de Liga.
Habría mucho que decir y que debatir pero la actuación de Iniesta y Messi es incontestable. El manchego lleva un mes en pleno estado de forma y comienza a recordar a aquel que lideró a la Selección española en el Mundial de Sudáfrica. Sus goles y su presencia en el campo es espectacular. Vuelve a estar fino y el juego del Barça lo nota. Si a eso se une el olfato de Messi, nos encontramos ante la fórmula perfecta para construir el buen fútbol que ha caracterizado a los culés en el último lustro.
El Real Madrid, por su parte, volvió a dejar señas de su calidad pero sus dos principales estrellas, Cristiano y Bale, no ofrecieron su mejor versión. Y eso, a pesar, de la defensa del Barça, que parece de Segunda División con un Piqué absolutamente desconocido y un Mascherano que hace mucho tiempo que ofreció su mejor versión.
La emoción de la Liga ha vuelto para bien del campeonato, del que es líder el Atlético de Madrid, un equipo que pasito a pasito presenta cada jornada su candidatura al título de Liga sin más argumentos que ofrecer cada jornada hasta la última gota de sudor de sus jugadores.
La vida es un camino de ida y vuelta y en este rondar podemos de disfrutar de un partido de futbol que reengancha al Barça a una Liga que parecía perdida. Esta Liga nos tiene reservadas muchas sorpresa y la de este noche era una de ellas.