sábado, 1 de febrero de 2014

Luis Aragonés, el "Sabio de Hortaleza". D.E.P



Hoy se ha ido uno de los tres o cuatro personajes más importantes de nuestro fútbol. Se llamaba Luis Aragonés, apodado "el Sabio de Hortaleza" y contaba con una legión de seguidores, entre los que yo me encuentro. Descanse en paz.
De toda la vida fui de Luis Aragonés porque tengo el recuerdo como culé de aquella Copa del Rey de 1988 tras el motín del Hesperia en el que Luis apoyó a los jugadores frente a Nuñez. El Barça estaba en crisis y Luis nos regaló una Copa. Una Copa importante sí, pero más importante fue la Eurocopa que Luis regaló a nuestro fútbol cuando más lo necesitaba.
De toda la vida nos veníamos de las grandes competiciones en cuartos  hasta que Luis consiguió cambiar esa inercia, llevando a nuestras vitrinas la segunda Eurocopa de nuestra historia. Tuvo la inteligencia de renovar la Selección apartando a Raúl y dándole el relevo con Fernando Torres, Iniesta, Villa y todos los jugadores que nos han llenado de gloria en el último lustro.
El fue el iniciador de una etapa escrita con letras de oro que todavía continúa. Sabe muy mal pensar que el no verá a una España campeona en el Mundial de Brasil pero así de injusta es la vida. Muchos no tenían ni idea del avanzado estado de su enfermedad, por eso la noticia ha sido tan impactante.
Se merece un millón de homenajes de todo el futbol español, del Atlético de Madrid, del Barça y del resto de equipo que entrenó con maestría. Quizás sea el atlético más ilustre de toda su historia por su maestría como jugador, como entrenador, como hombre que sentía los colores de una manera auténtica pasional y auténtica hasta el punto de renunciar a entrenar al Real Madrid. Lo hizo por principios, a pesar de las ofertas que Mendoza o Florentino le hicieron llegar en su día.
Luis era así, un personaje de la cabeza a los pies al que sus jugadores idolatraban por su trato personal, por ser su mejor motivador, su mejor psicólogo. Llamaba a todos de usted, cuando decían los que le trataron que fue una persona humilde y supercordial en las distancias cortas.
Su relación con la prensa fue difícil, pero lo fue porque fue un hombre de gran personalidad que no se casaba con nadie. Entendía el fútbol como la vida. De hecho él era una escuela de vida. Lamento mucho su pérdida porque siempre fui un fanático de su forma de entender el fútbol.
Desgraciadamente no pude conocerle como persona cuando era redactor de la Cadena SER, aunque me contaron algunos que le conocieron que era un auténtico lujo trabajar a su lado. Era muy amigo de sus amigos, colchonero a muerte y, sobre todo, un español que dio a su país el prestigio y la nombradía que muchos no soñaran hacerlo en un millón de años, a pesar de gastarse millones en publicidad de la "Marca España".
El era un español que ejercía como tal y, en su ejercicio, prestigió siempre nuestro fútbol. Ojalá Luis Aragonés pueda ver todos aquellos halagos que muchos le negaron en vida. Este verano, seguro, que disfrutará del Mundial de Brasil con una Selección Nacional que él transformó para colocarla en la cima del fútbol mundial.
Descanse en paz y que su legado no muera nunca. Es el mejor homenaje que podremos hacerle aquellos que sentimos por él admiración personal y profesional. Hoy se ha ido uno de los grandes de nuestro deporte. Se llamaba don Luis Aragonés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario